* Viaje recomendado por Kik Balanga en Botswana. Tierra, Agua y Cielo.
Descubre la opinión de Kik Balanga
Botswana. Tierra, Agua y Cielo
Diez días, tres campamentos diferentes y una expriencia absolutamente inolvidable. Si ese ese es vuestro balance, como supongo, me doy por satisfecho. Sé que Africa estará para siempre en vuestros corazones, y que muy pronto estaréis soñando con volver.
Y naturalmente que volveréis. Las regiones que se visitan, y que se disfrutan despacio en este combinado exclusivo, son lo mejorcito del cono sur africano, una tierra fértil y trufada de accidentes naturales entre los 24 y los 33 grados de latitud sur, por debajo de la linea del ecuador. El clima es suave (aunque con diferencias propias de la altura o la humedad o sequedad de cada lugar; el cielo, espléndido, con un panorama de estrellas que no hemos visto jamás, si nunca hemos estado en el hemisferio sur. Antlia, Caelum, Centaurus, Columba, Hydra, Piscis Austrinum… Estas son algunas de las constelaciones sólo visibles en el cielo austral, donde además reina, en solitario y con miles de leyendas en torno a su nombre, la mítica Cruz del Sur.
Y si el cielo tiene atractivos (os dejarán sin habla los fulgurantes amaneceres y las espectaculares puestas de sol), los que sobre la tierra ha puesto la naturaleza, generosísima en esta zona del mundo, son de quedarse sin habla. Lo comprobaréis al llegar a las Cataratas Victoria, tal vez el fenómeno natural más impresionante de todo Africa; o al increíble Delta del rio Okawango, una de las mayores rarezas de la geografía que se registran en el planeta. Nace en Angola, y en lugar de dirigirse al mar, serpentea Africa adentro hasta verter sus aguas en un mal llamado delta (en realidad es un abanico aluvial) que inunda el desierto del Kalahari y propicia una extraordinaria explosión de vida animal. Leones, leopardos, elefantes, rinocerontes, búfalos, guepardos, licaones, hienas, hipopótamos, jirafas, cebras, impalas, kudus, el antílope más hermoso de Africa, cocodrilos, chacales… No entro a nombrar las aves ni los peces porque no terminaría. Es como si Noé hubiera llegado hasta allí cono su arca llena de animalitos y les hubiera dicho, ¡venga, se acabó la travesía, todo el mundo abajo!
Navegaréis en mekoro, una pequeña embarcación tradicional, por cañaverales, manglares, lagunas, montañas de termitas convertidas en islas y en donde acaban creciendo palmeras. Cruzaréis a pie canales e islotes para observar a los animales más pequeños, para conocer los secreto de muchas plantas, medicinales o venenosas, para escuchar todas las historias que sobre el entorno y sobre su propia historia como pueblo os irán contando vuestros guías bosquimanos. Cómo cazan, cómo conservan el agua, cómo han sobrevivido en una tierra tan ecléctica, mitad desierto, mitad inundación.
Hay mucho, muchísimo que ver y oler en esta magníficamente diseñada experiencia de nueve días. Mucho que ver, que oír, que oler, que probar… Si la naturaleza ha bendecido las tres zonas que visitáis con atractivos asombrosos, la acción del hombre ha conseguido moldearla y conquistar una parte de sus maravillas para convertirlas en alojamientos fascinantes, exclusivos, en algunos casos totalmente aislados (p.ej. El Selinda Explorers Camp), tocados por esa magia elegante y sutil de la vida colonial, decorados con los mismos muebles y los mismos detalles que enamoraron a Hemingway o a Blixen, a tantos artistas, aristócratas y románticos viajeros de una época que ya no existe, aunque sigue existiendo, y brillando para goce de nuestros sentidos, su inmensa huella.
Un libro al atardecer, una bebida de tu gusto, un chapuzón en la piscina al caer la noche, un pájaro exótico que se posa en a barandilla de tu terraza, una sonrisa simpática, servicial y llena de luz por la mañana: Good morning Sirs, are you ready? Delicadeza, eficacia, servicio exquisito, gastronomía de primer nivel… Todo eso también es África. No os perdáis ni un detalle, ni en la tierra, ni en el agua ni en el cielo. Vuestro corazón os lo va a agradecer siempre.
Alojamientos
ALOJAMIENTOS PROPUESTOS
- VICTORIA FALLS –Sindabezi Island Lodge
- LINYANTI – Selinda Explorers Camp
- DELTA DEL OKAVANGO – Bushman Plains Camp
*Más información sobre los alojamientos en el detalle de itinerario.
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Agenda detallada del viaje
Día 1,2 y 3. Llegada a Livingstone (Cataratas Victoria) y ¡nos quedamos!
Victoria, el humo que truena
Un avión, otro avión, otro tironcito por carretera. ¡Et voilá! Ya habéis llegado al que será vuestro primer alojamiento en Africa ¡En Africa!.. En el corazón mismísimo del Africa más verde, más exhuberante y más risueña ¿No se os eriza un poco la piel sólo de pensarlo? Así, para ir abriendo boca, que se os quedará muy abierta cuando las tengáis delante, os diré que Las Cataratas Victoria son uno de esos fenomenos naturales que, como diría un andaluz, quitan el sentío. La tierra se abre y se traga uno de los ríos más grandes del continente, el poderoso Zambeze, creando la mayor tromba de agua que cae sobre la tierra.
Cuando ese agua golpea las estrechas profundidades de la Garganta de Batoka, lanza hacia el cielo una inmensa nube de niebla vaporosa, y entre que el agua cae y el vapor sube, el ruido es absolutamente ensordecedor. Ese mismo ruido fue el que inspiró a los antiguos pobladores de la región para darle a las cataratas su nombre local “mosi-oa-tunya” (el humo que truena).
David Livingstone, el misionero y explorador escocés que las descubrió, en 1855, las bautizó con el nombre de la Reina Victoria, pero a los de allí les sigue gustando más el nombre suyo.
Para que os hagáis una idea de su calibre, podéis quedaros con este dato: son casi el doble de grandes que las Cataratas del Niágara.
Y de todo ese maremagnum tiene la culpa el Zambeze, que mientras fluye tranquilamente por encima de las cataratas (Zambeze superior) permitiendo navegar a los barcos, se desparrama por los muros rocosos de la garganta de Batoka, debajo ya de las cataratas, y se convierte en una cadena de rápidos como pocas en el mundo. Lo mejor de lo mejor para el rafting.
Habrá rafting, y piragüismo, y mil cosas más, pero si empezáis por donde empieza todo el mundo, que es admirando las cataratas y dejando que os hipnoticen, recordad esta breve advertencia: cuando el Zambeze está en su máximo esplendor, la neblina forma sobre ellas una nube de lluvia permanente (incluso en los días más soleados y claros sucede este extraño fenómeno) y llega el momento ducha, o más bien, el momento baño total. Hagan lo que hagan y se pongan donde se pongan los asombrados visitantes. Quedáis avisados.
Además de ser una maravilla del mundo, las Cataratas Victoria también forman una frontera natural entre Zimbabwe y Zambia, y pueden verse desde los dos países.
Salvo el capricho de colgaros en el borde de las cataratas en la isla Livingston, sólo viable desde el lado zambiano (da mucho vértigo y bastante miedito, no es para todo el mundo), las actividades que se ofrecen desde un lado y otro son prácticamente las mismas, desde vuelos panorámicos en helicóptero hasta visitas a las aldeas para conocer a los lugareños y comprar recuerdos. Sin embargo, la vista desde Zambia, con la garganta de Batoka enfrente, es lateral, mientras que la vista desde Zimbawe es totalmente frontal y nos permite ver todo esto: tres cuartas partes de la enorme cortina de agua (1,7 km de ancho) y un laberinto de senderos que serpentean a través de una selva tropical mantenida caliente y húmeda por el rocío de las cataratas. Yo os recomiendo que, si tenéis oportunidad, las veáis desde los dos sitios. No viaja uno a las Cataratas Victoria todos los días.
Y ahora sí, os dejo descansar en las idílicas cabañas del Sindabezi Island Lodge, vuestro paraíso privado. Privado literalmente, porque la isla de Sindabezi, situada en mitad del rio Zambeze, también lo es. Esto convierte a este lujoso campamento en un lugar único en la región de las cataratas. Sus vistas a las llanuras aluviales del Zambeze y al cercano Parque Nacional, donde elefantes, impalas y ñúes van a calmar su sed en las orillas del río, os harán pasar muy buenos ratos.
Sindabezi Island Lodge
Sindabezi Island Lodge
El Sindabezi Island Lodge, al que llegaréis por carretera, tiene cinco cabañas con techo de paja y una pared abierta, lo que permite a los huéspedes disfrutar de las vistas y los sonidos de la selva africana en un entorno relajante, exquisito y perfecto.
Ha pasado un tiempo desde que estuve en esas cabañas, pero las sigo viendo y “sintiendo”. Siento su olor a naturaleza, el tacto de los muebles, de maderas nobles pero sin brillos ni oropeles de hotelería VIP; la calidez de las telas, desde las elegidas para vestir las inmensas camas a las utilizadas en las humildes mosquiteras; la luz íntima de las lamparitas, fundiéndose con el claroscuro del atardecer; el rumor del río, los otros rumores (estamos rodeados de animales salvajes, así que de ruidos nocturnos vais a ir sobraos). En fin, que, ruidos aparte, todo es paz, bienestar y belleza.
Podéis brindar por todo ello desde los “loos con vistas”, que así llaman a las pasarelas de madera que rodean las cabañas (¡Y qué vistas!)
¿Gin tonic, Martini, escocés, en homenaje al inspirado explorador escocés que encontró las cataratas? Yo tomaré lo mismo, y brindaré por vuestro primer día en Africa, por esta maravilla de viaje que no ha hecho más que empezar ¡Salud!
Un poquito de acción
No se si en vuestro primer día en Africa os habréis cansado mucho o poco (apuesto por lo primero), pero seguro que os supo a gloria esa larga ducha caliente (gracias a los paneles solares el agua caliente no se acaba nunca) y esa cena espléndida que os estaba esperando en el comedor a la luz de los quinqués, o “hurricane lamps”, como les llaman allí. Todo el campamento tiene ese aura romántica durante la noche, ese “flow” antiguo, colonial, delicadísimo, que sólo proporciona el temblor de las llamas en las lámparas de aceite o las velas.
De día es otra cosa, claro. Es ajetreo del personal en la cocina, jardineros que van y vienen, coches que se preparan para los safaris… Dicen los textos promocionales del campamento que “tanto si su idea de romper con todo es un té relajado en la grandeza colonial, o es más bien un salto de puenting para que se le pare el corazón, las Cataratas Victoria tienen de todo y para todos, y tanto las almas tranquilas como las más adictas a la adrenalina estarán insaciablemente ocupadas durante días”. Yo estoy completamente de acuerdo. En alguna ocasión he venido a Africa sólo a leer, o a tomarme ese té que te ayuda a “romper con todo”, a descansar. Pero han sido muchas más las que me han tenido con la adrenalina disparada, deseando que amaneciera para que empezara, ¡bendita aventura!, el ansiado rock and roll.
Las actividades que se ofrecen en el campamento incluyen una visita a las cataratas, por supuesto, (desde el lado de Zambia), y un viaje en bote a una cercana isla desierta para almorzar (almuerzo tipo picnic). Cruceros por el Zambeze al atardecer y al amanecer; aventuras guiadas en canoa, para explorar vías fluviales cercanas a la isla; paseos guiados hasta las cataratas y sus gargantas, y pesca en el río Zambeze, donde entre un montón de especies podréis encontrar, y con suerte pescar, al famoso pez tigre. El campamento ofrece también visitas guiadas al museo de Livingstone (que incluyen pasar un ratito con los niños de la escuela de Tongabezi Trust), al mercado popular en Marimba, para saborear el estilo de vida de Zambia, a una aldea tradicional o a pueblos cercanos para para hacer compras. Paseos en bicicleta por los pueblos, también con guías, paseos por el Parque Nacional Mosi-Oa-Tunya, o por los desfiladeros, piragüismo (sujeto a niveles de agua), ciclismo de montaña… Hay alternativas para aburrir. Quiero decir, para que sea imposible aburrirse.
Información práctica
Escondidas en las orillas de la isla, las cabañas del Sindabezi Island lodge tienen duchas con calefacción solar, ducha exterior y distintivos “aseos con vista”, en pasillos privados de madera. Aunque la privacidad de las cabañas es absoluta, la isla también es ideal para familias grandes o grupos de amigos que quieren viajar juntos y ocuparla entera (¿qué tal celebrara allí tu cumple o incluso tu boda, si no eres de los que invitan a quinientos?). La estancia en el Sindabezi Island Lodge incluye comidas, bebidas locales, actividades internas, lavandería gratuita, aranceles del parque, servicio de chófer, servicio de canguro (habéis leído bien: podéis iros a navegar o a hacer rafting con la tranquilidad de que los peques estarán seguros y bien atendidos). Los traslados al y desde el aeropuerto no están incluido, aunque si disponibles.
Días 4, 5 y 6. Sindabezi Island Lodge – Aeropuerto de Kasane – Great Plains Selinda Explorers
Linyanti es una reserva privada que limita con la sección occidental del Parque Nacional de Chobe, una de las más importantes joyas de la naturaleza africana. Es un pintoresco y remoto edén al que llegaréis en avioneta, lo que quiere decir que las vistas y el panorama desde el cielo pueden ser impresionantes.
Así pues, atravesada ya la frontera entre Zambia y Botswana (por carretera), sólo os queda llegar al aeropuerto de Kasane y, una vez a bordo de vuestra avioneta, admirar las impresionantes llanuras aluviales, las islas de palmeras o las exuberantes praderas por las que corretean elands, jirafas, hipopótamos, impalas, cebras o búfalos del cabo. Y por supuesto elefantes. Cientos, miles, vagando libremente por un entorno que se me antoja idéntico al paraíso terrenal que describe la Biblia.
Linyanti es un nirvana verde y fresco, pero sobre todo, libre, el espacio de libertad absoluta con el que soñamos los humanos desde nuestro encierros particulares, desde nuestro sometimiento a la ciudad y a sus servidumbres.
Selinda, una exclusiva y privada reserva, famosa por su frontera sin cercar con el Parque Nacional de Chobe, donde hay más elefantes que en cualquier otro lugar del mundo. Elefantes verdaderamente enormes que sin embargo pueden ser víctimas de los feroces leones que viven allí. Algo no habitual que puede que veáis, pero al que seguro sí veréis es al famoso licaón, una especie de mamífero carnívoro de la familia canidae en severo peligro de extinción. Se le conoce también como perro salvaje africano, perro cazador del cabo o perro pintado (tiene rayas oscuras en el lomo). A diferencia de otros depredadores, como el león, no suelen matar a sus presas antes de devorarlas, sino que, como las hienas, se lanzan en manada sobre la víctima y empiezan a comer sin miramientos. Si encontráis a una manada de licaones zampándose a un indefenso impala, ya podéis presumir justamente de Africa y de haber visto su lado más cruel. Son muy esquivos, y a diferencia de otros cánidos, extremadamente difíciles de domesticar.
Y hasta aquí quiero leer, que hay muchas cosas por descubrir y vuestro tiempo es oro.
Bienvenidos a la reserva más remota, más aislada, más exclusiva y menos conocida de Botswana. Un lugar a salvo de las mutitudes, donde sólo se ofrecen concesiones privadas y donde las reglas son especialmente flexibles.
El sueño de muchos equipo de cine o televisión especializados en documentales de vida animal. El sueño de cualquiera.
Bienvenidos al edén más secreto del planeta.
Selinda Explorers Camp
Selinda Explorers Camp
Se encuentra en una esquina remota del famoso Selinda Spillway (spilway significa “canal de drenaje natural del agua”), bajo las copas de enormes jackelberries (imposible encontrar una traducción al castellano) y mangostanes. Una tontería de ¡320.000 acres! (1.295.040 kilómetros cuadrados).
La vida en la Reserva gira en torno a los vayvenes estacionales del agua en Selinda Spillway (algo así como un gran abrevadero), agua que fluye de este a oeste a través de la concesión y une los confines del Delta del Okavango, en el sur, con los sistemas Linyanti en el este. Fluye hacia la laguna de Zibadianja, luego atraviesa el canal de Savute y finalmente termina en el pantano del mismo nombre.
Muy pocos campamentos operan en la Reserva de Linyanti, el espacio natural que alberga, junto con la orilla del río Chobe, la mayor densidad de elefantes africanos del mundo.
Cada campamento ofrece diferentes hábitats y paisajes, pero todos tienen un elemento en común: un sólido historial de observación de animales durante los meses más secos del invierno en Botswana. También ofrecen experiencias acuáticas, dependientes de la temporada, en ríos, lagunas o canales. Una alternativa estupenda a la rutina en tierra firme.
En Selinda puedes seguir en modo safari fuera de la carretera, ya sea para observar a una leona que persigue a los búfalos, o durante el recorrido silencioso de los cachorros de perros salvajes, que salen de su guarida cuando aún son muy pequeños. Es un momento solemne (para mí lo fue) ese en el que te bajas del coche y pones pie a tierra por primera vez en un entorno salvaje. Un momento mágico. Ya no estás protegido por la máquina, aunque la tengas cerca. Ya no eres el príncipe que sobrevuela las alturas y ve a los animalitos inofensivos, como figuritas de un Belén. Cuando bajas del coche y pones un pie en el suelo salvaje africano eres uno de ellos, uno más. Ya te pueden ver, oir y oler… Ya estás a tiro de serpientes y de insectos, ya sólo vales lo que valen tus piernas a la hora de correr, o tu destreza para subirte a un árbol. Pero esa sensación -magnifica- de indefensión, termina cuando llegas a la recepción del campamento y el personal de servicio te muestra tu fabulosa tienda safari-style ¡Eso es mimo!
Selinda es un campamento clásico, con tres carpas y otra más, familiar, de dos habitaciones. Su aire retro transporta a los huéspedes a esas épocas de gloria de los safaris, con cazadores auténticos y armas auténticas, aunque nuestra relación con los animales y la naturaleza ha cambiado, afortunadamente, y ahora se prefieren la hospitalidad, y sobre todo el respeto, un respeto casi religioso, por la vida animal y por los recursos que la lacen posible.
Cada una de las cuatro carpas es amplia; aunque en armonía con el “toque safari” tradicional. El baño empotrado y la ducha están junto a cada carpa, adyacentes y cerrados, pero sin mas techo que las estrellas. El agua, caliente o fría, se pide a la recepción, que la suministra en bidones. Decoradas con elegancia (muebles coloniales de maderas duras, a menudo recicladas, decantadores de coñac, alfombras persas, bañera de latón, hamacas de fibras naturales…), el estilo decorativo rinde homenaje a los safaris históricos, aquellos que tanto han enamorado a la novela y al cine. Y a nosotros.
Las carpas semipermanentes, diseñadas a medida, constan de dos habitaciones más terraza, además de un “baño bustani” privado al aire libre, con duchas de cubeta e inodoro. Todas las tiendas de campaña se encuentran en la planta baja, incluidos el salón principal y el comedor. Este es un campamento sin pretensiones, ligero en su forma pero poderoso como experiencia de buen gusto. En el ambiente se percibe una cierta impronta bohemia y relajada, pero el rigor en la organización y la profesionalidad del personal son de cinco estrellas, tantas como tenedores merece su fabulosa comida.
Actividades en Selinda Explorers Camp
Las actividades se centran en el reencuentro de los clientes con la naturaleza, a través, principalmente, de caminatas guiadas, aunque también existe la opción de practicar piragüismo cuando los niveles de agua lo permiten (actualmente, de julio a septiembre, aunque sujeto a cambios). Además, se ofrecen recorridos diurnos y nocturnos para explorar la reserva.
Es un punto caliente de la vida silvestre, con enormes manadas de elefantes, búfalos, leones, perros salvajes y antílopes que merodean por todas partes y exhiben felices su envidiable libertad. Durante los safaris es posible ver una tremenda diversidad de especies, pero las hay, me refiero a insectos, roedores o reptiles, que sólo pueden ser vistas fuera del vehículo ¿Quién dijo miedo?
Safaris diurnos y nocturnos
Selinda Explorers Camp está enfocado esencialmente en los safaris tradicionales de caminata y en el piragüismo. Se organizan tanto de día como de noche, y pueden ser la actividad principal, o sólo un complemento de otras actividades menos habituales.
Las mejores horas para andar al aire libre y ver animales son la primera luz del día, por la mañana, y el período que va desde la luz suave de la tarde hasta después del anochecer. Estos son, probablemente, los mejores momentos para la acción y también los mejores para la luz fotográfica.
Recordad que los automóviles están abiertos y puede hacer bastante frío por la mañanas y al final de la tarde, cuando ya se ha puesto el sol. Llevad ropa abrigada, y en cualquier caso, tened en cuenta que hay ponchos forrados en los vehículos. Sólo tenéis que pedírselos a vuestro guía.
Canoas
Hacer piragüismo en el Selinda Spillway es una de las experiencias más singulares que se pueden vivir en el sur de África. Las canoas de estilo canadiense, para dos personas, están situadas frente al campamento y disponibles en cualquier momento.
Un viaje ideal, por la mañana o por la tarde, sería remar por el aliviadero y luego caminar de regreso al campamento, o esperar a un vehículo previamente citado para volver al campamento. La canoa es estacional y depende de los niveles de agua en el Selinda Spillway.
Paseos guiados
Es una de las actividades principales, y más deseadas por los visitantes. Las caminatas os permitirán apreciar el impresionante paisaje que os rodea a ras de suelo, muy tranquilamente y sin el ruido de los motores. Hablad con los gerentes para organizar, en el mejor momento y el mejor lugar, un buen paseo.
Por lo general, los mejores momentos son por la mañana temprano o por a noche, ya que las horas centrales del día son demasiado calurosas para aventurarse fuera de la sombra. Usad buenos zapatos para caminar, un sombrero y ropa de colores neutros para no asustar a los animales. Ah, y llevad prismáticos. Vuestro guía se encargará del agua.
Programa “Jóvenes exploradores”
Selinda tiene un completo programa de habilidades artesanales para nuestros jóvenes exploradores. A su llegada se entregarán cuadernos y elementos que permitan a los niños aprender sobre las llamadas de los animales, cómo rastrear la vida silvestre y otros datos y cifras sobre la naturaleza. Al final de su estancia, el niño o la niña, se convertirá en “Jovenes Exploradores y Embajadores de la Conservación”, listos para salir y contarle al mundo lo que han aprendido, y también lo que ellos pueden hacer para ayudar a proteger este hermoso entorno.
Información práctica
La estancia en el campamento incluye comidas, bebidas locales, actividades y tarifas del parque.
Excluye: bebidas premium.
El campamento está cerrado de diciembre a febrero, y se accede a él en avioneta (Selinda tiene su propia pista de aterrizaje). Tiempo de transferencia desde la pista de aterrizaje: 45 minutos.
Días 7, 8 y 9. Selinda Explorers Camp – Aeródromo de Kazidora – Bushman Plains Camp (Delta del Okawango)
Desde Linyanti nos vamos al tan esperado Delta del Okavango, un lugar distinto a todo lo que hayas conocido hasta ahora.
El río Okavango (Kavango) fluye desde las tierras altas de Angola y cruza la franja namibia de Caprivi hasta llegar a Botswana, concretamente al desierto del Kalahari. Debería buscar el mar, como hacen todos los ríos, pero el prefiere desembocar en una de las zonas más áridas del continente y anegarlas periódicamente con su caudal inmenso y lleno de vida. Vida que atrae a más vida, porque el abanico fluvial en que se convierte el rio, la maraña de canales, charcas, meandros, lagunas, islas e islotes de todos los tamaños que forman el delta en el corazón del desierto es uno de los fenómenos naturales más insólitos y más hermosos del mundo.
A medida que el agua inunda el delta, sus residentes locales la aprovechan para aplicarse cada uno con su labor y llenarlo de vida. Las termitas construyen lentamente montículos que acaban convertidos en islas, y estas a su vez cubiertas de palmeras. Los hipopótamos abren y cierran vías de agua a su antojo, de forma que los canales que existían la temporada anterior ya no existen, y hay que abrirlos y descubrirlos sobre los mokoros, que chocan contra las cañas durante la exploración y alborotan, más, si cabe, el hervidero de peces, aves, insectos y reptiles que pululan por las aguas recién llegadas. Los niveles de agua suben y bajan, expandiendo y reduciendo las islas, mientras que los animales se mueven donde la vida es más fácil y la hierba más verde. En unos pocos días, un camino de arena conducido por un vehículo puede convertirse en una vía de agua de profundidad desconocida. Imposible no sentirse fascinado ante ese caos de tierra, agua, plantas y animales en constante interacción.
Cada año, el Okavango descarga aproximadamente once kilómetros cúbicos de agua en el sediente Kalahari. La mayor parte se pierde por la transpiración de las plantas y por la evaporación, pero aún queda agua suficiente como para que una inmensa variedad de animales en libertad se acerquen al entramado de charcas,lagunas, pozas y riachuelos que forman el delta, y apaguen su sed. Leones, leopardos, elefantes, búfalos, cebras, ñúes, jirafas, hipopótamos, cocodrilos… Un aluvión de vida animal bebe y vive de las anárquicas aguas del delta, mientras las tribus bosquimanas, presentes en la región desde hace cien mil años, luchan por la conservacion de su hábitat y por la defensa de su cultura y sus tradiciones.
Bushman Plains Camp
Bushman Plains Camp
Bushman Plains, a dos horas del aeródromo de Kadizora, es un campamento auténtico e íntimo que permite a sus huéspedes moverse entre campings exclusivos dentro de un gran área silvestre. El campamento es propiedad de un grupo de empresarios bosquimanos y está gestionado por ellos.
El alojamiento consta de cuatro tiendas de campaña clásicas dignas de Hemingway. Cada tienda es de 8 x 4 metros y cuenta con camas cómodas, un vestidor con un armario y un lavamanos con agua corriente, además de una ducha con cubeta privada y un inodoro. Un sistema de inversor solar proporciona electricidad para la iluminación de la carpa y la carga de la batería. Cada tienda está escondida bajo un imponente bosque insular con maravillosas vistas de las llanuras aluviales abiertas.
El área central del campamento incluye una tienda de campaña con galería y la zona de la fogata, alrededor de la cual se comparten las historias de cada día y se mantiene viva la cultura bosquimana.
Actividades en el Bushman Plains Camp
Caminatas guiadas
En Bushman Plains las actividades principales son: safaris de día y de noche y, a petición, caminatas con un rastreador para que los invitados que lo deseen puedan concentrarse en los pequeños secretos de la naturaleza en esta región (insectos, reptiles, plantas medicinales, árboles, flores…); Cuentan con un equipo de guías y rastreadores muy expertos, que mejoran en gran medida la experiencia africana: una huella, un sonido, un rastro de sangre o un excremento son instrucciones escritas en el gran libro de la naturaleza, y ellos saben interpretarlas muy bien. Son los maestros de la selva, y están encantados de compartir con los huéspedes sus fenomenales habilidades de rastreo. Si estáis interesados, podéis elegir una caminata junto a ellos para descubrir y aprender detalles que no se pueden observar desde un vehículo en marcha.
Las actividades de Bushpman Plains incluyen también encuentros con bosquimanos de la aldea de Gudigwa, que visitan el campamento para compartir su cultura con los huéspedes; y, cuando los niveles de agua lo permiten, exploración del delta en mokoro, una simpática y emblemática embarcación autóctona..
Arte rupestre bosquimano
Las actividades opcionales incluyen también un vuelo en helicóptero desde el campamento a través del Delta del Okavango hasta Tsodilo Hills, sobre cuyas pinturas rupestres dan cumplida información los guías. Los bosquimanos creen que la Humanidad fue creada en las colinas de Tsodilo, y por lo tanto, esta es una expedición única para completar la experiencia cultural bosquimana. Este lugar espiritual, famoso por sus increíbles restos de arte rupestre, fue bautizado por Laurens van der Post como el “Louvre del desierto”. Tsodilo Hills ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y sus aproximadamente 4.500 pinturas de arte rupestre se remontan a 24.000 años. Nada comparado con el registro de la presencia humana, que se extiende más alla de los cien mil años.
Esta extraordinaria excursión comienza con un helicóptero que aterriza en Bushman Plains. Luego disfrutará de las excepcionales vistas panorámicas que cruzan una gran franja del Delta del Okavango, antes de llegar a las colinas Tsodilo. En Tsodilo Hills, te encuentras con un vehículo y una guía privada de San Bushman, que comparte contigo los tesoros de clase mundial de este lugar mágico, brindando el punto de vista único de los bosquimanos mientras caminas entre algunos de los mejores de los más de 400 sitios de arte rupestre. disponible. Las bebidas frías y un almuerzo tipo picnic están incluidos, antes de regresar en helicóptero al campamento. La excursión completa dura entre 4 y 5 horas, brindando una experiencia extraordinaria que, debido a su ubicación remota, muy pocos visitantes de Botsuana reciben.
Excursiones en globo
También se ofrecen vuelos en globo a los campamentos cercanos (depende del clima y la seguridad). Todas estas actividades tienen un costo adicional y deben reservarse con antelación.
Safaris fotográficos
Los safaris fotográficos y paseos de observacion se realizan en vehículos abiertos, con la posibilidad de que los clientes los conduzcan en algunos tramos.
Safaris nocturnos
Ofrecen la oportunidad de buscar animales nocturnos, lo que aumenta el número de las especies que se acaban conociendo. Los recorridos nocturnos también aumentan la posibilidad de ver animales en momentos de mayor actividad. A veces los leones, que duermen todo el día, se ponen en movimiento una vez que llega la oscuridad.
Por lo general, los paseos y safaris de la tarde incluyen una copa al atardecer, para reponer energías y disfrutar de las impresionantes puestas de sol africanas. El viaje de regreso al campamento se hace ya de noche, mientras que el rastreador utiliza un foco para buscar animales. Para los huéspedes con interés y resistencia también pueden organizar un paseo nocturno después de la cena.
Navegación en “mokoro”
En la región existen con canales de agua permanentes, lo que permite ofrecer exploraciones del Okavango en mokoro durante todo el año (canoa excavadas en la madera, como una góndola). El mokoro el medio de transporte tradicional en el delta y os permitirá experimentar el medio ambiente de una manera diferente, mucho más cercana.
Experiencias culturales bosquimanas
En Bushman Plains también puede ofreceros la principal experiencia cultural de Okavango. Nuestro personal de bosquimanos comparte con orgullo su cultura. La narración de historias, la música y el baile siempre han sido fundamentales para la cultura boskimana, desde los tiempos más remotos hasta nuestros dias, y sus protagonistas estárán muy honrados de compartir estos importantes aspectos de la vida con nuestros huéspedes. Paseos culturales, habilidades y tradiciones de supervivencia de los bosquimanos, artesanía…
Excursiones en globo
Los globos aerostáticos sobre el Okavango están disponibles por temporada de abril a septiembre. Cada viaje en globo está limitado a 4 personas y se deben reservar con anticipación.
Información práctica
Amplias tiendas de campaña de estilo meru con porches privados y baño privado, con duchas de matorrales e inodoros.
Instalaciones de la propiedad.
Seguridad las 24 horas, bar, Instalaciones de carga de baterías, comedor comunitario, servicio de Servicio de lavandería . Vehículo privado disponible.
Tiempo hasta el aeródromo, 2 horas, desde Kazidora
Instalaciones de las habitaciones
Ventilador, Servicio de lavandería (De cortesía), Área del salón, Caja fuerte, Ducha, Veranda
La estancia incluye: comidas, bebidas locales, actividades y lavandería.
Excluye: bebidas premium y actividades adicionales.
Día 10. Bushman Camp Pleins – Aeródromo de Kazidora - Aeropuerto de Maun – España.
Se que querrás quedarte más, que tres días en cada sitio te han permitido disfrutar tranquilamente pero que siempre sabe a poco.
Quieres más África, más animales, más momentos únicos… toca pensar en la siguiente ¡¡Buen viento Viajero!!!